La psoriasis es una enfermedad crónica de la piel que provoca un sarpullido de manchas rojas y escamosas que pican, especialmente en rodillas, codos, tronco y cuero cabelludo.
Esta afección puede ser dolorosa, interferir con el sueño y dificultar la concentración. Suele presentarse en ciclos de brotes que duran semanas o meses y luego remiten.
Factores desencadenantes en personas con predisposición genética incluyen infecciones (como amigdalitis estreptocócica), cortes o quemaduras y ciertos medicamentos.
Síntomas:
- Erupciones irregulares que van desde pequeños puntos escamosos hasta extensas placas en gran parte del cuerpo.
- Tonos violáceos con escamas grises en pieles morenas o negras, o rojizos con escamas plateadas en pieles claras.
- Piel agrietada y seca que puede sangrar.
- Picazón, ardor o irritación.
Predisposición y desencadenantes ambientales:
Las infecciones, el clima frío y seco, las lesiones cutáneas (cortes, raspaduras, picaduras o quemaduras solares), fumar, la exposición al humo de segunda mano y el consumo excesivo de alcohol pueden activar los brotes.
¿Quién puede tener psoriasis? Cualquier persona puede desarrollarla, aunque la predisposición genética y los factores ambientales determinan su aparición y ciclo de brotes.